Más allá de todo el trabajo que se puede realizar con un ejemplar canino, es un hecho demostrado que tener un perro trae múltiples beneficios a nuestro día a día. Sin embargo, si vives en Barcelona, no es extraño que te pienses muy mucho a la hora de tener una mascota de estas características: la falta de espacios verdes, unos apartamentos pequeños y un entorno urbano densamente poblado donde los vecinos a menudo están demasiado cerca para su comodidad, constituyen un argumento convincente contra la propiedad de un perro.
Sin embargo, todos debemos convivir en paz, y con aproximadamente 144.000 perros y 28.000 gatos viviendo en Barcelona, la ciudad se esfuerza por hacer que la vida de los dueños y no dueños de mascotas sea lo más fluida posible. En los últimos años, el gobierno catalán ha lanzado una serie de nuevas iniciativas, que incluyen multas para los dueños de perros sin correa, así como nuevas reglas de transporte que permiten a los perros viajar en metro (fuera de las horas pico). Recientemente, el Ayuntamiento de Barcelona también inició la primera fase de un plan estratégico para crear más espacios para perros, para que cada distrito de la ciudad tenga al menos un área específica de aproximadamente 700m2 para que puedan correr, fácil acceso al agua y dispensadores de bolsas para que los propietarios puedan limpiar rápidamente los desechos. Todo con el objetivo de mejorar la relación entre los habitantes de cuatro y dos piernas de la ciudad.
En Cataluña, hay muchos animales esperando ser adoptados. España lucha con la tasa de abandono de mascotas más alta de Europa, con aproximadamente 110.000 perros y 35.000 gatos encontrados cada año. Todos los veranos, las mascotas deben valerse por sí mismas mientras los dueños se van de vacaciones, muchos de los cuales a menudo han comprado sus animales por capricho o como regalo de Navidad. Seis meses después, la novedad ha desaparecido y se quedan en la calle.
Solo en la comunidad catalana hay alrededor de 35.000 perros y 8.000 gatos callejeros deambulando libremente. La diferencia entre Cataluña y el resto del país, sin embargo, es que la mayoría de los vagabundos son recogidos por refugios, mientras que en otras partes de España, menos de la mitad de los animales son rescatados. Para los aspirantes a propietarios, algo a considerar al elegir dónde comprar es que los animales del refugio no solo son a menudo más saludables, sino que también son más baratos. Los precios suelen rondar los 100-200 €, mientras que en las tiendas de animales pueden costar entre 500-1000 €.